En México, en el año 2012, 7 de cada 10 personas tenía parásitos intestinales. Sicomparamos esa cifra con la cantidad de mexicanos que tenemos un animal decompañía (también 7 de cada 10), parecería que en nuestro país tener mascotas equivalea tener parásitos.
No te alarmes. Acompáñanos en esta reflexión: ¿Cuántas veces te has hecho un análisis coproparasitoscópico el último año?
Si no lo has hecho o hace más de seis meses que lo hiciste la última vez, vale lapena que visites a tu médico para que te recomiende un laboratorio y revise los resultados de tus análisis, porque hay 70% de probabilidad -si vives en México- de que padezcas parasitosis.
A pesar de que la mayoría de los parásitos que puede tener tu mascota, son capaces de afectarte, tener parásitos no es consecuencia de poseer animal de compañía, sino de lafalta de difusión de información y la prevalencia de mitos o inadecuados hábitos higiénicos. Mientras tu mascota visite al veterinario y éste solicite (o practique) análisis de sus heces y sangre para detectar parásitos, puedes estar seguro de que tu amigo animal no es el origen de los habitantes contagiosos que podrías estar hospedando.
¿Qué son los parásitos?
Son organismos que se aprovechan de un huésped (por ejemplo una mascota, o su dueño), para vivir. Beben su sangre, comen su carne, y lo aprovechan para reproducirse, transportarse o resguardarse de un medio ambiente que de otro modo no podrían aprovechar. Precisamente porque necesitan un hospedador, muchos de ellos han desarrollado impresionantes habilidades para contagiarnos. Algunos incluso terminan por modificar el comportamiento de su huésped, quien actúa en contra de sí mismo y colateralmente a favor del parásito -tal es el caso del Toxocara Cati-, a cuya consecuencia un ratón es más proclive a dejarse comer por un gato.
Existen dos principales tipos de parásitos frente a los que debemos proteger a nuestra familia (humana y más peluda):
Externos, que se identifican más fácil porque algunos son visibles e incluyen pulgas, garrapatas y ácaros; e internos. Estos últimos, al no ser visibles a simple vista en condiciones normales, a veces nos hacen pensar que se encuentran ausentes de nuestro organismo o de nuestros queridas mascotas, aunque no siempre es así.
Entre los parásitos internos podemos encontrar organismos cuyo tamaño va desde una sola célula (como la Giardia o las amebas -que son las parasitosis humanas más comúnes en México), hasta varios metros de largo (como la Taenia).
Aunque tienen comportamientos diferentes, todos los parásitos pueden causar daños graves a nuestra salud y las de nuestras mascotas; tanto por sí mismos como al actuar como medio de transporte para otras enfermedades u otros parásitos. Así lo hace la garrapata con la Ehrlichiosis, o la pulga, con el Dipilydium.
¿Cómo protegerme de los parásitos?
Por supuesto lo principal son las medidas generales de higiene (lavarse las manos con jabón antes de comer, y después de ir al baño). Pero en Franz Haus nos interesa que puedas conocer cómo convivir sanamente con tus mascotas, sin que haya riesgos para ninguno. *
1) Solicita a tu veterinario un análisis de tres muestras de heces excretadas consecutivamente con separación de 24 horas (coproparasitoscópico), al menos una vez cada tres meses.
Esto es mejor que simplemente administrar un medicamento de amplio espectro a tu mascota porque sin análisisresulta imposible determinar la cantidad y el tipo de parásitos que pudiera tener tu mejor amigo y puede ocurrir que la dosis o el medicamento, sean inadecuados. También es mejor efectuar el análisis primero porque pudiera ocurrirque tu mascota no esté parasitada y así evitaremos a su hígado el trabajo extra de metabolizar un medicamento que no necesitaba.
2) Solicita a tu veterinario que vigile la vigencia permanente del desparasitante externo de tu mascota; poner una dosis para 30 días, cada dos o tres meses, no es suficiente.
A diferencia de los desparasitantes internos, aquellos que sirven para atacar los parásitos de la piel son preventivos; esto quiere decir que pueden aplicarse antes de la exposición, para que no exista el contagio. Hay medicamentos con duración de 30 días y 90 días. Te recomendamos que optes por el de larga acción puesto que así puedes sincronizar los análisis de copro con las desparasitaciones externas. Recuerda que en todos los ambientes humanos existe un riesgo de contraer parásitos; no importa dónde vivas, cuidarde tu familia es tu responsabilidad.
3) Baña a tu mascota al menos una vez cada semana con un shampoo adecuado a su piel, sécala bien, y cepíllala diariamente.
Aunque no está bien difundida, ya existe información científica confiable y contundente que nos ayuda a tomar decisiones sobre la frecuencia de baño de nuestros amigos peludos. El Colegio Veterinario Japonés determinó en 2004 que puedes bañar a tu canino hasta 1 vez cada 72h sin causarle prejuicios a su piel o manto. ¡Quítale la suciedad antes de abrazarlo y/o besarlo!
4) Lávate las manos después de jugar con tu mascota.
A diferencia de ti, tu mascota usa solamente su lengua para limpiarse... sí, lo imaginaste bien. Si tu mascota tiene contacto con otros animales probablemente tendrá contacto oro-fecal con ellos (es decir que les acercará el hocico al ano), o -si no convive con otros- probablemente se limpie a sí misma con la lengua ahí donde nosotros solo alcanzamos con la mano.
En caso de estar parasitada, en su saliva y en ocasiones en su manto, tu mascota tendrá huevecillos o larvas de parásitos que puede transmitirte.
Recuerda que los niños y las personas dela tercera edad, son especialmente vulnerables.
Siguiendo estos consejos, estamos seguros de que tu animal de compañía vivirá largos años, estará sano, y tú también.
*Los tips que te presentamos corresponden con el perfil de riesgo que hemos trazado de acuerdo con los hábitos cotidianos de la generalidad de nuestros pacientes. ¡Llámanos ahora mismo para que podamos sugerirte una plan de salud adecuado a tus necesidades!